31/1/18

Historias de ratones, de Arnold Lobel

Del millón de libros que conocí haciendo Imaginaria, Historias de ratones, de Arnold Lobel, sigue siendo mi favorito. Por ahí la elección es arbitraria, pero es que a duras penas se trata de una elección: Historias de ratones me atrapó, me conmovió, me dejó diferente de lo que era, y no me lo olvido más. Esto le pasa a otra gente con otros libros, y no vamos a andar preguntándonos por qué.

Historias de ratones (Mouse Tales), de Arnold Lobel. Publicado originalmente en 1972.
Esta edición es de
Kalandraka, Pontevedra, 2000.

Llegué a este libro, como a tantos otros, gracias a Roberto Sotelo (el otro hacedor de Imaginaria, el que realmente sabía de libros). Lo eligió para reseñarlo en el número 30 de Imaginaria, en septiembre de 2000, aprovechando que Kalandraka acababa de reeditarlo. También escribió una biografía de Lobel y su bibliografía en castellano.

Pero el golpe maestro de Roberto fue conseguir autorización de Kalandraka para reproducir, entero, uno de los cuentos del libro: "El viaje". Punto alto si los hay. Desde entonces no dejo de recomendarlo, de leérselo a quien se me cruce en el camino (con el celular, lo tengo a mano donde vaya).

El libro es una delicia, cuento por cuento. Un absurdo tierno lo recorre desde el personaje solemne de la portadilla y sus pantalones caídos, pasando por cada final inesperado, hasta el cuadro de dama antigua que posa satisfecha sobre la chimenea en el último dibujo.
 
Lo compré con la excusa de mi hijo, que cumplía cinco años, y se lo leí varias veces. Pero confieso que más veces me lo leí a mí mismo. (A él no lo impresionó particularmente. La verdad es que ahora ni lo recordaba. Somos así.)

—¡Ay! —gritó el pozo.

Y ni hace falta decir que el papá ratón que enmarca los relatos es un autorretrato nada disimulado del autor.

30/1/18

New York Today, de Michael George

Entre los libros cargados de recuerdos que tengo en la biblioteca están los que le traía a mi padre de regalo, a la vuelta de mis viajes. Durante los pocos años en que viajé a Norteamérica o Europa (entre 1991 y 2000, ni antes ni después), cuando iba a un lugar nuevo compraba un libro de fotos para él. Era fácil, divertido. Comprar algo para mi madre daba más trabajo.

Cuando mi padre murió, en 2009, heredé cada uno de esos libros.

En 1992 fui a Nueva York y volví con este ejemplar de New York Today, de Michael George.


En su momento (y esto lo encuentro ahora, googleando), la revista Popular Photography comentó: "Michael George’s up-to-the-minute photo portrait of protean New York… If you’re at all interested in Gotham’s culture and history, George’s terse but highly informative captions almost upstage the book’s handsome photography. Almost, but not entirely. Its sharp, vibrant pictures depict the people, vitality, and splendid architecture that make New York the capital of the world for so many". ["El retrato al día de la proteica Nueva York, de Michael George..."]

Claro que cualquier libro informativo con la palabra "hoy" en el título se convierte con facilidad en una contradicción. "Hoy", en 1988, cuando se publicó este libro, no es el mismo "hoy" treinta años después. Lo más obvio se ve al abrirlo. La primera foto que aparece es esta:


Es lógico. El World Trade Center, que se veía desde todas partes en la Nueva York de aquellos años, se ve en todas partes en un libro que la quiere reflejar.


No es lo único, desde ya. La gente se vestía de otra manera.


Aunque en una foto chica, a mitad del libro, aparezca un corte de pelo tan propio de este 2018 que la portadora debió haber viajado en el tiempo para hacerse fotografiar en 1988.


Los autos impresionan un poco. O mucho.


Algunos nombres también.


Si el autor y los editores pudieran viajar en el tiempo como la chica del peinado nuevo, probablemente aprovecharían para poner otra palabra para el título. Y aunque no lo hicieran, si fuera yo quien viajara en el tiempo volvería a comprar para mi padre este mismo libro.


(Además, parece adecuado recordar esto hoy, 30 de enero, día en que mi padre habría cumplido 94 años.)

29/1/18

Segunda fundación, de Isaac Asimov


Empiezo la semana de "libros que me hacen acordar" con este ejemplar de Segunda fundación, de Isaac Asimov, y su rara cubierta de plástico.

En los alrededores de 1970, cuando leer ciencia ficción era uno de mis dos o tres intereses obsesivos, conseguir los libros que yo quería era complicado. Segunda fundación es el que más busqué, el más difícil, el que más se hizo rogar.

¡Cuánto lo necesitaba! No solo porque era de Asimov, que me fascinaba, y tampoco por ser parte de la colección Nebulae, que consumía con entusiasmo. Había leído los primeros dos de la trilogía, Fundación y Fundación e Imperio (¿no es curioso que el tercer libro de una serie tenga la palabra "segundo" en el título?), y el último, inconseguible, se había convertido en un objeto mítico.

Llevó años. Calculo que habrá sido hacia 1975 que lo vi, en un estante de ciencia ficción de la librería El Túnel, que estaba sobre Corrientes. Venía cubierto por ese plástico amarillo, duro, cortado a medida por el dueño anterior.


Lo compré temblando, convencido de que la situación era propia de un universo paralelo. Lo empecé a leer diez minutos después, en un vagón de la línea A del subte. Lo seguí leyendo en el 136 que me llevaba a Ramos Mejía. Lo terminé ese mismo día.

Qué paciencia. La traducción, como corresponde a Nebulae, es un espanto. Esos "boletines de móviles figuras"... ¡Números, Francisco Cazorla Olmo! ¡Eran números!




Casi ilegible en la traducción, el texto es de todos modos puro Asimov, escrito a fines de los cuarenta. "Burbuja de acero", "silencioso brotar de las partículas del átomo", "los calculadores", "las complicaciones técnicas que entretejen los caminos del espacio".

En el tiempo que pasó desde entonces dejé de ser fan de Asimov, aprendí a leer en inglés, me obsesioné con otras cosas. Pero este ejemplar, el del plástico amarillo, sigue en un estante de mi biblioteca y en un estante (también polvoriento) de mi cabeza.

Aquel Ramos Mejía de antaño

Aquel Ramos Mejía de antaño es el libro que escribió mi padre, Eduardo Gimenez, sobre la ciudad donde vivió la mayor parte de su vida (y donde viví hasta los veinticinco años). Es un libro de historia y también la mirada personal de quien vio mucho de lo que cuenta. La mayor parte es investigación propia: mi padre buscó fuentes, recorrió archivos, museos, habló con gente.

Se puede leer online.

El libro salió en 1995, en edición de autor. Fue mi primera experiencia en armar un libro (¡en PageMaker!) para mandarlo a imprenta. El dibujo de la tapa es de mi padre, y para el diseño seguí sus instrucciones al pie de la letra.

Se hicieron quinientos ejemplares. Muchos se vendieron, algunos fueron a bibliotecas y otros lugares de acceso libre. No hubo reediciones. Está agotado desde hace veinte años.

Hacia el año 2000 hice una primera versión del libro en la web, con permiso de mi padre que no usaba ni usaría computadora en toda su vida. Esa versión envejeció, como todo lo digital. Ahora acabo de rearmar el libro íntegro en un nuevo sitio, buscando mejorar la legibilidad y la calidad de las imágenes (hasta donde lo permiten).

En la foto de abajo se luce la Avenida de Mayo, vista desde Rivadavia, en 1930. (Fotografía del diario La Prensa, incluida en el capítulo VI del libro.


28/1/18

Taller de escritura para ilustradores

Febrero de 2018 (digo, para no crear confusión en el futuro; ¿no es cierto que pasa todo el tiempo, cuando uno anda por la web, eso de preguntarse si será ahora lo que se anuncia o si fue, tal vez, el siglo pasado?). Informes e inscripción: tallerdosmeninas@gmail.com.

El regalo de los Reyes Magos según El Libro Feroz

La librería especializada en LIJ El Libro Feroz publicó en Facebook estas lindas fotos de El regalo de los Reyes Magos. Dicen: "Hoy compartimos el clásico cuento de O.Henry que realza el poder del amor frente a las carencias y las penurias económicas, en una exquisita versión de Eduardo Abel Gimenez y con el maravilloso plus de las ilustraciones de María Wernicke".

La Ciudad de las Nubes en Infobae

Entre varios libros hermosos, Daniela Azulay recomienda en Infobae uno mío: La Ciudad de las Nubes.

Caras nuevas (7)

Hice esta serie de collages, y unos cuantos más, hacia 1990. Algunos, en la casa de Jorge Varlotta y Alicia Hoppe en Colonia. Me tenían paciencia. Mi primer sitio en la web, en Geocities, se llamó Alien Places y, entre otras cosas, incluyó estos collages. (Todavía mantengo online, en magicaweb.com, ese viejo Alien Places, al que se le nota la época: lo empecé en 1996. Pero no pongo el link porque Google lo tiene listado como "malware" y todavía no encuentro la razón.) Ahora hice nuevos escaneados, de mejor calidad; estas imágenes son mucho más grandes y fieles a los originales que las anteriores.

25/1/18

Dos semanas de árboles

Mis contribuciones para Un mes de, del 11 al 24 de enero. Tema del mes: árboles. 

11 de enero:
 
“Dieciséis de septiembre”, por René Magritte (1956).

 12 de enero:

13 de enero:
Rumania vista desde el aire por Bogdan Teodorescu. Todo es lindo, pero el principio, con un bosque en las distintas estaciones, es lo mejor.

14 de enero:
Hay tres millones de millones de árboles en la Tierra (The Independent)
“A study led by Yale University researchers has found that there are over 3 trillion trees on Earth - but they are disappearing at an alarming rate.” (Un “trillón” en inglés es un billón en castellano. Es decir, un millón de millones.)

15 de enero:
UN PÁJARO SE PUEDE DETENER
en la punta de un árbol y abarcar
la inmensidad del cielo. Yo también,
sentado frente al muro,
me detengo en la punta
del álamo y contemplo
la inmensidad. La surcan pensamientos
involuntarios. ¿Cuántas nubes
fugaces, cuántas aves
sucesivas!
Y las dejo pasar… y son tragadas
por este espacio inmenso
que soy yo:
sereno, transparente, luminoso
¿quién soy
yo?

(Poema de Hugo Padeletti, que falleció hace unos días. Citado por Iris Rivera en Facebook, junto con la imagen, que tomó del blog “Reflexiones de un pájaro filósofo”.)

16 de enero:

Esta imagen creada por Storm Thorgerson quiso ser tapa de un disco de Pink Floyd, pero no llegó. Sí apareció en remeras y en un libro (quién sabe en qué orden de importancia). Acá hay algo más al respecto.

17 de enero:

Árbol generado por un algoritmo. Es lindo para jugar cambiando distintos parámetros y ver qué pasa: Tree Thing.

18 de enero:
¿Cómo dijo?
Afrikaans: boom
Arabic: شجرة
Azerbaijani: ağac
Belarusian: дрэва
Bulgarian: дърво
Bengali: গাছ
Bosnian: drvo
Catalan: arbre
Cebuano: kahoy
Czech: strom
Welsh: coeden
Danish: træ
German: Baum
Greek: δέντρο
English: tree
Esperanto: tree
Spanish: árbol
Estonian: puu
Basque: zuhaitz
Persian: درخت
Finnish: puu
French: arbre
Irish: crann
Galician: árbore
Gujarati: વૃક્ષ
Hausa: itace
Hindi: पेड़
Hmong: tree
Croatian: drvo
Haitian Creole: pyebwa
Hungarian: fa
Armenian: ծառ
Indonesian: pohon
Igbo: osisi
Icelandic: tré
Italian: albero
Hebrew: עֵץ
Japanese:
Javanese: wit
Georgian: ხე
Kazakh: ағаш
Khmer: ដើមឈើ
Kannada: ಮರ
Korean: 나무
Latin: tree
Lao: ຕົ້ນໄມ້
Lithuanian: medis
Latvian: koks
Malagasy: hazo
Maori: rakau
Macedonian: дрво
Malayalam: വൃക്ഷം
Mongolian: мод
Marathi: झाड
Malay: pokok
Maltese: siġraNepali: रूख
Dutch: boom
Norwegian: tre
Chichewa: mtengo
Punjabi: ਟ੍ਰੀ
Polish: drzewo
Portuguese: árvore
Romanian: copac
Russian: дерево
Sinhala: ගස
Slovak: strom
Slovenian: drevo
Somali: geed
Albanian: pemë
Serbian: дрво
Sesotho: sefate
Sundanese: tangkal
Swedish: träd
Swahili: mti
Tamil: மரம்
Telugu: చెట్టు
Tajik: дарахт
Thai: ต้นไม้
Filipino: puno
Turkish: ağaç
Ukrainian: дерево
Urdu: درخت
Uzbek: daraxt
Vietnamese: cây
Yiddish: tree
Yoruba: igi
Chinese:
Chinese (Simplified):
Chinese (Traditional):
Zulu: isihlahla
(Esto se puede hacer con cualquier palabra en Translatr.)

19 de enero:
Árbol en la niebla (desde el tren de Colonia a París, enero de 1993).

20 de enero:
En la Guía de árboles de Grijalbo que heredé de mi padre hay especies de nombre rarísimo.

21 de enero:

22 de enero:

Está en mi barrio pero no me acuerdo en qué calle. La foto es de 2006. Me gustaría ir a verlo ahora, saber cómo sigue, pero no sé dónde. La otra cosa que no me acuerdo, y me da vergüenza, es el nombre de la especie. Lo sabía, hace mucho, cuando mi padre me contagiaba su interés por las plantas.

23 de enero:
El árbol de Josué (Joshua tree) (foto de Wikimedia Commons). Por estos lados lo conocemos más que nada como disco de U2.

24 de enero:
La morera de Van Gogh. Durante mucho tiempo, una lámina de esta obra estuvo colgada en la pared de la casa de mis padres. A su manera, es uno de los árboles de mi vida.

Caras nuevas (4)


22/1/18

Caras nuevas (1)

Hay caras nuevas en el vecindario.


Este collage tiene cerca de treinta años, como los otros que vendrán en esta serie. Lo subí por primera vez a la web en 1996. En 1998 apareció (con mi permiso) en el libro The Science of Aliens, de Clifford Pickover:



21/1/18

Canciones con Silvana: Bien predispuesto

Voz e ilustración: Silvana Broqua
Letra, música, arreglos, instrumentos y grabación: Eduardo Abel Gimenez

Compuse la música de la mayoría de las canciones que grabé con Silvana en 2007. Esta es la única para la que también escribí la letra.

20/1/18

Canciones con Silvana: Bichitos de luz

Letra: Isabel Muñoz
Música: Eduardo Abel Gimenez
Voz: Silvana Broqua
Ilustración: Javier Sánchez
Arreglos, instrumentos y grabación: Mariano Fernández
Grabado en 2008

Esta canción, como las otras, es de 2007. Pero a principio de 2008 nos juntamos con Mariano Fernández, gran músico, para que hiciera su versión. Que hasta ahora se mantuvo inédita: diez años más tarde, es la primera vez que la mostramos.

19/1/18

Canciones con Silvana: Canción de los quejidos

Letra, voz e ilustración: Silvana Broqua
Música: Eduardo Abel Gimenez
Dirección musical, arreglos y guitarras: Juan Pablo Ferreyra
Acordeón: Javier Acevedo
Percusión: Matías Furió
Grabado en 2010

Silvana y yo hicimos nuestra versión casera de esta canción, igual que con las otras. Pero no es esta. En 2010, Silvana grabó un disco con sus canciones junto a Juan Pablo Ferreyra, que compuso la música de varias, hizo los arreglos de todas, tocó guitarras y dirigió la grabación. Así quedó su versión de "Canción de los quejidos": ¡cómo se nota que hay músicos de verdad haciendo cosas!

18/1/18

Canciones con Silvana: Albarellos

Letra: Adela Basch
Voz: Silvana Broqua
Ilustración: María Jesús Álvarez
Música, arreglos, instrumentos y grabación: Eduardo Abel Gimenez
Grabado en casa en 2007

17/1/18

Canciones con Silvana: Pintorcito

Letra: Carlos Marianidis
Voz: Silvana Broqua
Ilustración: Jeremías Janikow
Música, arreglos, instrumentos y grabación: Eduardo Abel Gimenez

Grabado en casa a principios de 2007

16/1/18

Canciones con Silvana: La luna no duerme

Letra: Edith Mabel Russo
Voz: Silvana Broqua
Ilustración: María Paula Dufour
Música, arreglos, instrumentos y grabación: Eduardo Abel Gimenez
Grabado en casa a principios de 2007

15/1/18

Canciones con Silvana: Catalina aventurera


En el año 2007 nos juntamos Silvana Broqua y yo para hacer canciones infantiles. Al principio, yo componía y tocaba los instrumentos, Silvana cantaba. Con el tiempo, empezamos a incluir letras y composiciones de ella. Grabábamos en mi casa, con lo que había.

Las letras eran poesías publicadas en la Biblioteca Imaginaria, que por entonces hacíamos Graciela Pérez Aguilar y yo para el portal EducaRed de Fundación Telefónica. También las ilustraciones. Terminada una canción, la sumábamos a la Biblio. (EducaRed Argentina cerró en 2010 y eliminó todo el contenido.)

Esta semana voy a postear siete de las canciones que grabamos (en forma de videos subidos a YouTube, cada uno con la ilustración original).

La primera es "Catalina aventurera", con letra de Olga Appiani de Linares e ilustración de Jeremías Janikow.

14/1/18

Poesías: Los días

Es así:
Los días que van pasando
forman parte de una primera ronda
en la que la mitad
queda descartada.
Los días descartados
son esos tristes, o peor,
olvidables.
Los que quedan van a la segunda ronda,
todos con algo que recordar,
muchas veces miedo.
Y así los días se decantan
a lo largo de la vida,
compitiendo por lugares
menos despreciables
en la memoria.
Un día de cuartos de final
es un día importante,
glorioso
o perturbador.
Un día de semifinal
parece milagro.
De los días de final no puedo hablar,
tal vez no los viví,
o se deciden a último momento.
Todo se hace tan largo.

(Texto de 2014, foto de 2012.)

13/1/18

Poesías: Pelota de goma

Tengo una pelota de goma.
Está adentro.

Todos piensan que ahí encontrarán
pulmones,
corazón,
estómago,
tripas,
pero no.

Es una pelota de goma grande,
maciza,
de esas que pasaron por muchos botines
y tienen la deformación
de una luna de Júpiter.

A veces actúa como esponja
absorbiendo lo que entra a mi organismo
y entonces se hincha,
ocupa todo el espacio disponible
y dos centímetros más a cada lado.

A veces suelta todo
en un chorro de aire
que traza figuras de caleidoscopio
ante los ojos de los demás.

Pesa.
La verdad es que pesa.

(Texto de 2005, video de 2013.)

12/1/18

Poesías: Se rompe

Tiro de la punta
y se rompe.
Tiro otra vez de la punta,
con cuidado,
y se rompe.
Lo pienso:
hay que tirar parejo,
despacio,
con suavidad y firmeza a la vez.
Y así hago:
tiro parejo,
despacio,
firme y suave,
tenso,
sin respirar.
Y se rompe.
Ahora ya está, se acabó:
no queda más punta
de la que tirar.
Entonces me voy a dormir la siesta.
Es algo de lo que no tengo dudas.
A nadie se le niega una siesta
cuando no queda punta
de la que tirar,
y menos a uno mismo.




11/1/18

Poesías: La mañana

Tendría que juntar
a la del sexto con la del cuarto:
destrucción mutua asegurada
en los cables de teléfono
que llevan a la administración.
Mientras, me adelgazo,
me empetiso,
me desencarno
y así no me ven en el ascensor.
O mejor que el ascensor
no pare en mi piso,
que mi ventana no se vea
desde la vereda de enfrente,
que el seudópodo menor
del rulo lateral
del lóbulo escondido
que el portero me dedica
se haga cenizas.
Y que la del sexto
pida falsas disculpas
a la del cuarto
cuando yo no estoy
cuando yo no me entero
y sean ellas las que reciben
lo peor de los bocinazos.

(Texto de 2014, foto de 2003.)

10/1/18

Una semana de árboles

Estos son los posts con que participé en Un mes de durante los últimos siete días.

4 de enero:

Calvin & Hobbes
—Pa, ¿cuál es la causa del viento?
—Los árboles que estornudan.
—¿De veras?
—No, pero la verdad es más complicada.

—Qué manera de estornudar los árboles, hoy.

 5 de enero:
Ibirá-pitás en Plaza Noruega, Buenos Aires. Foto de febrero de 2009.

6 de enero:
Peter Gabriel & Youssou N'Dour - Shaking The Tree (1990)

 7 de enero:

8 de enero:
Un collage que hice hace muchos años.

9 de enero:
Árboles en Minecraft
Con un comportamiento de lo más extraño, los árboles son una presencia constante en el hermoso mundo de Minecraft. (Y digo hermoso sin ironía; es de verdad lindo, y variado, y profundo.)

10 de enero:
Mi madre en el jardín de la casa de mi infancia, hacia 1965. De ella hay otras fotos, pero me parece que esta es la única donde aparece, atrás, el olivo al que me trepaba todos los días.